1) Los elefantes tienen muy buena memoria .
Es cierto. Los elefantes tienen los mayores cerebros entre todos los animales terrestres y son capaces de guardar en la memoria un mapa de la región que habitan.
2) Los cocodrilos lloran cuando comen sus presas .
Es cierto, pero hasta ahí. Las lágrimas caen de sus ojos cuando se devoran a su presa, pero sólo porque las glándulas que controlan el llanto se encuentran cerca de la garganta; ¡no es que estén tristes ni emocionados porque van a comer!
3) Los cerdos se revuelcan en el barro porque son sucios.
El mito que dice que los cerdos se revuelcan en el barro sólo por su gusto por la suciedad, no es verdadero. Se trata de una necesidad fisiológica e higiénica .
Así como los perros, los chanchos no tienen en su piel glándulas sudoríparas, por lo que no pueden transpirar como forma de regular. Por eso, se refrescan metiéndose en el barro, que además los ayuda a desparasitarse, a eliminar células muertas y a protegerse de la acción de los rayos solares.
4) Los avestruces entierran la cabeza por miedo.
Lejos de tener miedo, este animal es la mayor de las aves que existen y pueden llegar a pesar hasta 150 kilos, tienen un pico fuerte y patas potentes con las que defenderse y que le permiten alcanzar una velocidad de unos 70 kilómetros por hora.
Lo que sí hace es excavar su nido en el suelo, por lo que durante su construcción y el tiempo que dura el cuidado de las crías, da la impresión de que tiene la cabeza escondida en la tierra.
5) Los murciélagos son ciegos .
No, es falso. Aunque hacen uso de la ecolocalización para guiarse de noche, en áreas oscuras, tienen ojos pequeños pero funcionales.
6) Las conejas se ponen locas durante la primavera.
Sí, es verdadero. El comportamiento de las hembras cambia porque así muestran que todavía están en época de reproducción.
7) Los perros más viejos aprenden trucos nuevos .
No es cierto. La clave está en entrenarlos, más o menos, 15 minutos todos los días durante dos semanas.
8) Los toros se irritan al ver el color rojo .
Falso. Los toros no distinguen los colores. Según los cuidadores de toros, lo que irrita al toro son los movimientos de la telas o las personas y no su color.
9) Los camellos almacenan agua en sus jorobas .
Es falso ya que son los riñones y los intestinos los que guardan bastante agua, las gibas son depósitos de gordura.
10) Los perros y las palomas son buenos para orientarse.
Se cree que estos animales tienen la habilidad de encontrar el camino de regreso al hogar a través de miles de kilómetros de terreno desconocido. Pero no es cierto, son más los que se pierden que los que vuelven.
11) Las pirañas devoran personas .
No hay experiencias que den prueba de ello. Desde la Universidad de Oriente, en Venezuela, se desmiente este mito. Si bien es cierto que algunas de ellas, como la especie Pygocentrus, pueden ser peligrosas para el hombre, no se puede esperar (en general) comportamientos tan sanguinarios como los que muestran las películas.
12) Los sapos escupen veneno.
Aunque actitudes de estos animales sobre las que se sustenta esta creencia, la misma es falsa. Los sapos sacan su lengua de la boca para capturar sus presas.
13) Los gatos negros traen mala suerte.
Sobre este punto no hay consenso. Mientras unos dicen que sí, otros dicen que no. Lo que sí es cierto es que depende de en qué ciudad lo digas, tendrás una respuesta diferente. Por ejemplo, antes en Inglaterra se consideraba que si un gato negro se paseaba por delante de unos novios a punto de casarse representaba felicidad y fecundidad, en Sicilia el gato negro representaba el mal de ojo.
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