3 oct 2009

Animales y su Sexto Sentido



En una noche tranquila donde no se oye ningún ruido, ni parece haber ningún movimiento, de repente nuestro gato echa las orejas planas, hacia atrás, con las pupilas dilatadas, el dorso arqueado, el pelo erizado, moviendo el rabo, soplando, y mirando fijamente en dirección de aparentemente nada.  Cualquier persona que haya estado en un sismo o temblor de tierra recordará que poco antes de que empiece a temblar, los perros empiezan a aullar con ansiedad, y otros animales también empiezan a manifestar un comportamiento extraño, tales como peces que saltan del agua, topos que se salen de sus madrigueras y animales en hibernación que salen de sus escondrijos antes del temblor. Un ejemplo histórico, es el comportamiento del gato de Sir Winston Churchill, que se encontraba muy enfermo, en cama, atendido por sus médicos. Una noche cuando ya estaba fuera de peligro, su gato empezó a maullar para salir de la habitación. Al día siguiente, Churchill amaneció muerto, habiendo presentido su gato su muerte, mejor que los doctores Este tipo de comportamiento en nuestras mascotas, hace pensar que poseen un sexto sentido - ESP (percepción sensorial extraordinaria) - o una sensibilidad espiritual que sólo ellos poseen, pareciendo que captan más que nosotros, y que saben más de ciertas cosas que nosotros. No todos los fenómenos son inexplicables, ya que los animales tienen ciertos sentidos mucho más desarrollados que los humanos. Así, los perros tienen 40 veces más células olfativas y aunque su vista no le permite identificar un objeto inmóvil a más de 300 metros, si lo puede oler; su rango de sonidos audibles es mucho mayor, pudiendo además orientar sus orejas, lo que les permite una mejor captación de los sonidos. Los gatos se comportan como sistemas de seguridad electrónicos - a veces incluso como un médium espiritual - ya que poseen unos sentidos sumamente agudos.



Reaccionan a sonidos y vibraciones que nosotros somos incapaces de percibir, ya que están equipados de un oído sumamente agudo, capaces de escuchar sonidos inaudibles para el oído humano, una vista de lince, y un olfato muy desarrollado, siendo muy sensibles a los fenómenos eléctricos y barométricos, de modo que no es sorprendente que puedan sentir que va a llover, o detectar un terremoto o una erupción volcánica. Otros animales poseen otros no menos curiosos sentidos, como el fino oído de los delfines, que puede incluso "ver" objetos en tres dimensiones, que se encuentran ocultos a sus ojos.  Son muchos los sentidos que poseen los animales, y ciertamente, no todos los sucesos son inexplicables, sin embargo hay ciertos fenómenos y comportamientos en nuestras mascotas, que no pueden ser explicados con razonamientos científicos. Los dueños de mascotas saben que por ejemplo, no es raro que un gato intente descolgar el teléfono que suena, sólo si es su amo el que llama, o el caso de felinos que han recorrido miles de kilómetros para encontrar a su amo, por lo que no es extraño que en la antigüedad, se le hayan atribuido poderes mágicos e inclusive fueran objeto de adoración en el antiguo Egipto.  Algunos perros, saben cuando su amo está en peligro y se ponen tristes, o saben cuando su amo va a llegar a casa, incluso en horas poco habituales Los científicos no se ponen de acuerdo en torno a la causa de estos fenómenos inexplicables, pero los más desinhibidos, apuntan a que los animales pueden detectar campos energéticos invisibles para nosotros, facultad que tuvimos, y que hemos perdido por el desuso. Lo cierto es que los amos que están compenetrados con sus mascotas, se comunican y entienden a la perfección, y reciben manifestaciones permanentes de esta percepción especial, que aunque inexplicable, existe, y es disfrutada frecuentemente por lo que tenemos y amamos a nuestros animales . 


0 Comentarios:

Publicar un comentario