En algún momento entre la Primera y Segunda Glaciación, hace entre 600 y 900 mil años, apareció un gato muy especial, el Felis sylvestris, que todavía vive entre nosotros como Gato Salvaje Europeo. Durante la Segunda Edad de Hielo, los glaciales y el frío lo empujaron al sur y como los mares Mediterráneo y Negro estaban reducidos en tamaño, muchos brazos de tierra les permitieron emigrar al norte de África o por la base de los Urales al Asia. Al retirarse el frío, quedaron aislados unos de los otros por desiertos, mares y montañas, en verdaderos nichos ecológicos y que con el decursar del tiempo dieron lugar al Gato de las Arenas, el Gato de las Forestas, el Gato de Pies Negros, el Gato Salvaje Africano y otras más; la versión asiática dió lugar al Gato de los Desiertos Chinos. Uno de los descendientes del Felis sylvestris lo fué el Felis lybica o Gato Salvaje Africano, que es considerado como el antecesor primario e inmediato de nuestros gatos domésticos.
El gato o gato doméstico (Felis silvestris catus) es un pequeño mamífero carnívoro de la familia Felidae. Los nombres actuales más generalizados derivan del Latín vulgar cattus, palabra que aludía especialmente a los gatos salvajes en contraposición a los gatos domésticos que, en latín, eran llamados felis. Hay docenas de razas, algunas sin pelo o sin cola como resultado de mutaciones genéticas, y existen en una amplia variedad de colores. Son expertos depredadores y pueden cazar más de cien especies diferentes de animales para alimentarse. También son animales que pueden asimilar algunos conceptos, y algunos poseen la capacidad de ser entrenados para manipular mecanismos simples.
Siempre me han gustado los gatos. Me encanta su pelaje, su lengua pinchuda, sus caprichos, sus maullidos, su andar coqueto, sus ojitos de luna en la noche, su capacidad de dormir imperturbables y sus artimañas zalameras. Parecen una obra de arte sofisticada.Tan adorables y útiles son que cautivaron a civilizaciones como Egipto. Allí la domesticación de los gatos empezó alrededor del 2.900 aC.
Los egipcios solían veneran a la diosa “Bastet [quien] era amén de protectora de la familia y patrona del hogar, una diosa de la felicidad, el placer, la alegría, la feminidad, la música, y la danza…” Era representada como una mujer con cabeza de gato. Para rendirle culto a la diosa los egipcios realizaban cada cierto tiempo ciertas fiestas orgiásticas, después de realizar procesiones cargando la imagen de la diosa y antorchas, siempre entonando alabanzas en su honor.
Tanta era la fascinación por los gatos que llegaban a darles un trato humano, por lo tanto si el animal caía enfermo se le cuidaba como a un integrante de la familia. Si gato fallecía, toda la familia se iría de luto, incluso se afeitarían las cejas simbolizando el duelo. Después el gato se momificaba y algunas familias costeaban ataúdes espléndidos.
Por supuesto que estaba prohibido matar a los gatos. Incluso si fuera de forma accidental. Dicho acto podía costarle la pena de muerte al acusado.
Se creía que los gatos concedían muchos hijos y también los felinos tenían la utilidad económica de que ayudaban a cazar y disminuían la población de ratones.
Posteriormente, en Europa la imagen del gato empezó a ser odiada y temida. Comenzaron a matar a los gatos, ya que como son animales nocturnos, se pensaba que tenían trato con el diablo. Jamás creyeron que de no haberlos eliminado tan masivamente, la peste negra del siglo XIV, originada por una plaga de ratas, se habría podido evitar.
Gracias a los que visitan tambien mi Mundo en Imagenes
Saludos de su amigo Christian....
0 Comentarios:
Publicar un comentario